Conoce la hidrogeología de Yucatán y sus riesgos
En Yucatán no existen cuerpos acuíferos superficiales como ríos, arroyos o lagos, sin embargo debido a las características del subsuelo, la karstificación propicia el almacenamiento y el movimiento del agua subterránea a través de una red de cavidades interconectadas con fracturas, conductos de disolución, oquedades y cavernas localizadas a diferentes profundidades.
Esta red de corrientes subterráneas se manifiestan a lo largo y ancho de la geografía estatal en forma de grutas y aguadas llamadas cenotes que son acuíferos subterráneos expuestos, formados por el hundimiento total o parcial de la bóveda calcárea.
Estos cuerpos a nivel del manto freático están conectados con otros flujos laminares subterráneos no expuestos que forman un sistema donde sus niveles varían de 130 metros en el vértice del sur del Estado a dos a tres metros en el cordón litoral, donde se realiza la descarga natural del acuífero rumbo a Celestún, Dzilam de Bravo y San Felipe.
El agua subterránea en Yucatán es la principal fuente de abastecimiento para las distintas actividades de la población; a su vez, el acuífero es receptor de las aguas de desecho que se generan en el estado.
Existen problemas de calidad a causa de la alta permeabilidad del suelo, lo que hace al acuífero muy vulnerable a la contaminación. Por tal motivo, es muy importante la evaluación de la vulnerabilidad y su integración al análisis del riesgo para la delimitación de zonas muy vulnerables y para la toma de decisiones sobre el uso de suelo.
Algunos de los problemas que ocasionan la degradación de la calidad del agua son:
- Vulnerabilidad del acuífero
- Bancos de materiales pétreos que afloran el manto freático o sascaberas, utilizados como sumideros o tiraderos de basura.
- Fecalismo al aire libre en el medio rural
Infiltración en pozos pluviales. - Inexistente o insuficiente tratamiento de las aguas residuales de la industria.
- Fosas sépticas con baja ineficiencia (alrededor de 130 mil en Mérida con descargas al acuífero).
- Disposición inadecuada de residuos sólidos,
- Fertilizantes y pesticidas no autorizados
- Fugas en gasolineras, residuos de peleterías y tiraderos de aceites.
- Intrusión salina en pozos costeros por diseño inapropiado y mala operación.